10 años de la Pesca
de Altura en Veracruz.
Veracruz, por muchos años ha sido cuna de generaciones de pescadores, sus torneos de pesca organizados en el Malecón del Puerto en las décadas de los 40´s y 50´s eran muy famosos por colgar grandes Meros de más de 200 kilos, los Sábalos de Plata y los famosos Tiburones que en nuestras aguas abundaban en esa época; en esos años un reconocido pescador norteamericano de nombre Leroy H. Dorsey fue un impulsor importante para la organización de los torneos de pesca, embargando a jóvenes y señores veracruzanos de esa época, sin el afán de omitir a ninguno de esos grandes pescadores veracruzanos que marcaron una generación a la cual le aprendimos mucho y de la cual venimos nosotros como hijos, nietos y ahora bisnietos.
Ahora, con la incorporación de la Pesca de Altura de especies pelágicas como el Marlin, el Atún, el Dorado, el Pez Vela, el Wahoo y otras especies más que podemos encontrar allá afuera, nace una nueva generación de pescadores, algunos descendemos de esa gran generación que comentaba líneas arriba, y otros, como muchos de ellos, se inician en este deporte con el alumbramiento de esta pesca en nuestras aguas Veracruzanas.
Siempre había pesca en Veracruz, cuando no era época de Sábalo era época de Cubera, de Sierra, o si no de Tolete o de plano entre las temporadas acudíamos a los arrecifes o piedras a buscar Negrillos, Huachinangos, Rubias, Meros y de mas especies que son de habitual estancia en nuestros arrecifes. Allá por 1985 llego un yate al muelle de Veracruz, venia de Galveston con destino Cancún, en su estancia en el puerto veíamos que todas las mañanas salían con tremendos carretes y cañas y por la tarde regresaban con soberbios atunes aleta amarilla, les preguntábamos y nos decían que los pescaban muy lejos, muy lejos para nuestra experiencia hasta esos años.
En 1998, por invitaciones de un amigo en común, llego a pescar a Veracruz un amigo muy querido de la familia Barquet, venía haciendo sus pininos en programas de televisión de pesca deportiva, Pedro Sors, durante los días de filmación me decía: “Salgan a pescar allá afuera, usen los equipos que tienen y pónganse a trolear, veras que de un momento a otro sacas un picudo”. Para ese entonces no había pesca más grande para nosotros que la pesca del Sábalo, y aventurarse más alá de las 15 o 18 millas era toda una experiencia, nos sentíamos navegantes previos al descubrimiento de América.
A partir de esa pesca, vinieron otras más, otros amigos se animaron y otros más empezamos a preguntarle al mundo como pescar Marlin y Atún, unos compramos revistas especializadas y en el comienzo del internet aprovechábamos todo lo que estaba a nuestro alcance para obtener información, y así, dimos inicio de una nueva generación de pescadores que nos aventuramos a buscar lo que nunca habíamos visto en Veracruz.
Hoy en día, es común ver llegar al muelle del Club de Yates o de las Marinas privadas a botes con atunes, wahoos, marlins, dorados, y poder platicar de técnicas, equipos, marcas y sobre todo, a escasos 10 años, anécdotas. Al día de hoy, hemos capturado más de 265 Marlins en sacrificio o en Catch & Reléase, nos enorgullecemos de tener el record nacional de Marlin Azul del Golfo de México con el ejemplar que capturo Mauricio Moreno de 809 libras, nuestros torneos de Marlin y Atún son cada años más concurridos por pescadores que trasladan sus yates desde Texas, Tampico y Cancún, con tripulaciones de varias partes de nuestro país, y con bolsas cada vez más atractivas para los ganadores.
En esta última edición del Torneo de Pesca de Marlin Atún y Especies Varias organizado por el Club de Yates de Veracruz, me sentí muy honrado en formar una tripulación que nos dejo mucha enseñanza y aprendizaje, en mi bote recibí durante los días del torneo y como todos los años a mí compadre a Marko Alcaraz que ya tenemos desde el 2004 pescando este torneo juntos y no le he pagado con ir a pescar a Manzanillo, a mi querido amigo Martin Ochoa que hizo viaje especial desde Lázaro Cárdenas Michoacán, y a un maestro y señor pescador internacional, me refiero a Peter Pákula, quien después de varios años de esfuerzo pudimos acomodar los compromisos de trabajo para que viniera al torneo desde su natal Australia, por desgracia, mi padre no estaba al 100% de salud, y decidió esperarnos en el muelle con la bascula preparada y una buena botella de champaña para brindar nos dijo, yo me sentía extraño pescando solo después de toda mi vida de compartir las pescas con mi padre, antes yo era su compañero, el me llevaba a todas las pescas, y poco a poco nos hemos dado cuenta que con el pasar de los años él es el que se ha convertido ahora en mi compañero de pescas, y por eso me sentía solo ante una realidad.
El primer día, y en circunstancias adversas nos colocamos en la tabla con un ejemplar de Atún Aleta Amarilla que le toco a Marko pelear y nos dejo en el 5to lugar de la tabla general de entre 56 embarcaciones, todo un jubilo y un éxito para nuestro equipo, pues lejos de lo que un lugar en la tabla representa para nosotros lo que nos lleno fueron los días de aprendizaje y enseñanzas de 4 pescadores amantes de la pesca de altura, intercambiamos consejos, técnicas y experiencias, Peter nos entregaba como siempre su información, su experiencia, sus conocimientos y pudimos ser pioneros en utilizar sus nuevos diseños de señuelos, nos sentíamos 3 alumnos de diferentes partes de México guiados por nuestro maestro, a quien en cada momento conviviendo con él le aprendes algo nuevo.
Al finalizar la premiación, nos sentamos mi padre y yo en la terraza del club, mirando los yates con sus tangones y los equipos dorados, escuchando a todos platicar lo que habían vivido durante el torneo, por un lado del muelle unos pescadores se lamentaban de haber perdido un monstruo, otro más le enseñaba a un grupo como había quedado un leader después de la batalla, otros más festejando con champaña y otros acarreando los equipos, unos tristes y otros rebosantes de felicidad, en fin, un cuadro que apenas hacia 10 años atrás ni nos imaginábamos, nuestros Club y nuestro torneo todo un éxito, nos acordábamos de cómo empezamos y en donde hemos llegado en tan poco tiempo, de cómo Veracruz se ha ganado un muy merecido reconocimiento entre los pescadores internacionales como un lugar que avanza muy rápido para ser un destino como los principales a nivel mundial por la cantidad de fauna marina pelágica y por sus características de infraestructura.
Después de 5 días el torneo llego a su fin, y con la nostalgia por encima pero con un costal de experiencia a intercambio los fui despidiendo uno por uno en el aereopuerto, quedando la invitación para el año siguiente para que se repitiera la historia y poder gozar de nevo con ellos... “Nosotros, La Nueva Generación de Pescadores Veracruzanos”.