Yaisa y yo ya habíamos planeado todo, después de llevar a cargar las baterías para los pontones, mismos que había fijado a las barras de la camioneta casi listos para llegar al lugar y estar cuanto antes en el agua, salimos a las 5 am en punto llegando a nuestro destino pasadas de las 7, mi inquietud convertida en desesperación por tener el primer contacto con las silvestres en esta temporada 2009, llegamos el clima se sentía fresco al aire puro, ese dulce y suave olor a trucha en el agua, así lo percibo desde que era un niño.

 

El agua calma algunos movimientos ligeros de agua frente a donde pondríamos el campamento, algo que me apasiona es llegar y ver, la observación es quizá la clave del éxito de toda pesca, el poder leer lo que esta pasando en el agua, y el arte de poder interpretarlo, que belleza!!!

 

Yai inquieta como siempre con las cañas armadas y lista como siempre antes que yo, armé dos cañas largas o más bien una larga (8’6 pies, #5 Scott), y una corta (5 pies #2 Yamasaki), la primera de ellas para lanzar con una línea #6, añadiendo una punta de hundimiento que yo mismo preparo con línea sinking, y un líder de flurocarbono de 4libras atando una mosca tipo dragonfly nymph, la chaparra, con línea #2, y líder de 4 lbs con una muy pequeña ninfa negra, el agua cristalina con el tono verdoso que tanto me gusta, antes de abordar los pontones, vi movimiento en el agua cerca del campamento, tome mi caña No.2, las ondas que había dejado la trucha no estaban a más de 7 metros, lanzo delicadamente, y ahí estaba para calmar mi ansiedad mi primer trucha silvestre de esta temporada, ya las extrañaba después de sólo andar pescando lobinas, que les puedo decir una trucha silvestre preciosa peleadora, la tome en mis manos para no darle el adiós sino el hasta luego.

 

 

Comenzamos la travesía en los pontones cerca de la desembocadura del río, inmediatamente vi que cerca de puntas con bajos y piedras había actividad de truchas, curiosamente el nivel había bajado cerca de 50 cms, lo tomé en consideración primero era ir cerca del río, pescando sobre los canales sumergidos, las carreteras alimenticias donde se mueven las truchas, por cierto me di el gusto de estrenar la nueva generación de camisas Columbia en modelo Tamiami, la verdad parece que no traes nada, una comodidad increíble al remar, castear y expulsar el sudor, manteniéndote seco y fresco, y aparte tienen una protección solar del 40, me quede muy contento con ella y se las recomiendo.

 

Llegando a la zona, comenzó la actividad pescándolas con línea Floating mi caña No.2 se comportó como toda una campeona, logrando pescar varias truchas en el punto, Yaisa andaba armada con una Caña Sage No.6 y una Yamasaki Sphyn con un grub muy pequeño sin contra con ambas tuvo muy buenos resultados, decidí dejar a Yai en el punto caliente y me aventuré a pescar en el río acomodé mi pontón cerca de la orilla sin hacer ruido y llevando conmigo mi cámara no dejaría la oportunidad de sacar fotos de las truchas que quizá sean una de las más bonitas en coloración que haya pescado, de olivo a dorado, grandes manchas moradas, opérculos de diferentes tonalidades, puntajes diversos y líneas laterales de naranja-salmón-rojo, que deleite para la pupila!!!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Llegando al río poco caudal o corriente que pudiera molestarlas, por obvio las truchas podrían estar nadando en aguas abiertas y libres sin tener que estarse protegiendo en apostaderos, rocas o troncos, de todas maneras elegí una poza que se hace del otro lado del río cerca de unas ramas y pegado a la sombra un excelente punto de emboscada, primer lance presentándola pasado el punto para que la ninfa recorriera la zona elegida y buuuuuuummmm!!!!!, una muy buena trucha de poco más de medio kg tomo el engaño y la sonrisa en mi cara me peleó como si me odiara, traté de sacar la foto con el disparador automático pero la cámara sólo capto el momento en el cual se soltó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Un ejemplar macho de trucha arcoiris

 

Seguí pescando en la zona logrando otras truchas que paraje más hermoso encontrar varias truchas machos y hembras en lo que parecía una pecera con las mejores condiciones, que calidad de agua!!!...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya recargando energías después de una buena comida, nos trasladamos hacia la cortina había mucha actividad en la superficie y comenzamos a pescar con la amenaza del cielo que se teñía de gris presagiando la lluvia, lo bueno es que tuvimos oportunidad de pescar en medio de una ligera llovizna, de entre ellas otra trucha con colores para deleite de la pupila, arreciando el agua nos tuvimos que resguardar en la casa de campaña, por lo que esa tarde sólo pudimos pescar cuando mucho 2 horas conectando con algunas truchas buen peleadoras.

 

Al día siguiente me levante temprano por la mañana para aprovechar las primeras horas del día, la estrategia sería estar pescando cerca de las puntas donde había bajado el nivel donde había piedras y algo de vegetación acuática donde se estaba moviendo el alimento de las truchas, en estos puntos había mucho movimiento desde el sábado, de igual manera me percaté que en los períodos de viento que el domingo hubo bastante arrastraba insectos en el agua hacia puntos muy claros donde las truchas estaban comiendo en la superficie lo que me dio la oportunidad de probar con las moscas secas que no tardaron mucho en dar muy buenos resultados cobrando varias truchas que tomaban el engaño.

 

 

 

 

 

Después de divertirme un rato, a las 9 regresé al campamento para desayunar con Yai, que ya andaba ansiosa por ir a pescar, nos apresuramos y ya andábamos en el agua de nuevo y ya con algunos patrones consistentes nos fuimos cerca de la desembocadura del río y conectamos rápidamente con otras truchas, Yai se quedó en el punto y decidí volverme a meter al río donde un día antes había tenido buenos resultados, con el pontón remando muy suave para no espantar a las truchas, lo estacioné con el menor ruido, me bajo y localizo en el mismo punto que el sábado a dos truchas a la vista de bueno tamaño que se espantaron rápidamente al primer casteo, seguí caminando decidí lanzar a distancia con la caña 2 presentando muy sutilmente la mosca y booommm conecté con la primera después de una pelea excelente me percaté que era un hermoso macho su foto ya al agua, casteo de nuevo un poco más adelante y de nuevo otro macho que ya habían valido la pena el volver a visitar el punto, seguí caminando conectando con algunas truchas pequeñas, y decidí regresar a donde había localizado las dos truchas que había espantado, muchas veces regresan o se esconden, finalmente cambié la mosca por una ninfa dragonfly que se hundiera más y logré pescar en ese punto otra trucha, después de varias, tome el pontón y fui al punto donde estaba Yai quien ya había enganchado otra trucha foto y al agua.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Regresamos al campamento contentos por la jornada comimos y de nuevo lanzamos de la orilla pescando otras truchas para cerrar la jornada el fin de semana había sido perfecto, para en la noche nos esperaba un vino tinto, unas carnes frías, y el descanso acampando a la orilla del agua con una buena fogata en compañía de mi Yai.

 

Lo triste como siempre fue amanecer levantar campamento y regresar a la ciudad, el sueño no dura siempre, los dejo con otras fotos de este relato que quise compartir con Ustedes

 

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