Pez Vela on the Fly
Enero 19, 2008
Por: Carlos Godoy
Eran 6:55am cuando recibía la llamada de Nassim;
-¿Dónde vienes Carlos? quiero ver si alcanzamos el barco de las 7.
- En 3 minutos estoy contigo, solo estoy a unas cuadras, le respondí.
Minutos después saludaba a Nassim quien ya me esperaba con los boletos en la mano mientras en el muelle a lo lejos, nos apresuraban para tomar el barco el cual estaba a punto de partir.
Aceleramos el paso y pronto tomábamos lugar en la parte alta del barco. Un ligero viento y un cielo medio nublado parecían anunciar un clima favorable, sin embargo, poco tiempo después nos daríamos cuenta que el mar no estaba en su mejor día.
Desde que surgió la posibilidad de realizar este viaje, lo estuve esperando con las mismas ansias que un niño espera la llegada de santa claus o los reyes magos. Además de visitar a mi familia y resolver algunos asuntos personales en Mérida, tendría la oportunidad de salir a pescar un día con mi amigo Nassim Joaquin y representaba también una gran ocasión para lograr mi primer pez vela con mosca.Desde que surgió la posibilidad de realizar este viaje, lo estuve esperando con las mismas ansias que un niño espera la llegada de santa claus o los reyes magos. Además de visitar a mi familia y resolver algunos asuntos personales en Mérida, tendría la oportunidad de salir a pescar un día con mi amigo Nassim Joaquin y representaba también una gran ocasión para lograr mi primer pez vela con mosca.la oportunidad de salir a pescar un día con mi amigo Nassim Joaquin y representaba también una gran ocasión para lograr mi primer pez vela con mosca.
Pescaríamos aguas del mar caribe partiendo de Isla Mujeres en la “Keen M”, una Michael Fitz vessel de 41 pies perfectamente equipada para la pesca de picudos, con Anthony Mendillo como capitán y “gallo” quien trabajaría en los teasers. Ambos con mucha experiencia en este tipo de pesca y además que contaría con la valiosa ayuda de Nassim quien lleva en su cuenta personal decenas de picudos con mosca, capturados en varias partes del mundo. Las condiciones estaban dadas así que yo solo tendría que poner mi parte y concentrarme para no cometer errores cuando llegara mi turno.Michael Fitz vessel de 41 pies perfectamente equipada para la pesca de picudos, con Anthony Mendillo como capitán y “gallo” quien trabajaría en los teasers. Ambos con mucha experiencia en este tipo de pesca y además que contaría con la valiosa ayuda de Nassim quien lleva en su cuenta personal decenas de picudos con mosca, capturados en varias partes del mundo. Las condiciones estaban dadas así que yo solo tendría que poner mi parte y concentrarme para no cometer errores cuando llegara mi turno.
Llegamos a la isla y después de caminar unos cuantos metros, estábamos parados frente a la “Keen M”
- Hi Anthony! He is Carlos; Nassim me presentó a nuestro capitán,- Hi Anthony! He is Carlos; Nassim me presentó a nuestro capitán,He is Carlos; Nassim me presentó a nuestro capitán,
- Nice to meet you Carlos, Is my pleasure Anthony, respondí.
Su rostro denotaba a un Viejo lobo de mar y con muchas años de experiencia a cuestas, no cabía duda que estaba en el lugar y momento indicado. Luego, al voltear y ver al marinero, “gallo” su rostro se me hizo conocido. Si en ese momento me hubieran dicho que “Ruso”, mi entrañable amigo de Holbox saldría con nosotros, es posible que me hubiera confundido. Los lentes no me daban una vista completa de su rostro por lo que de primera instancia estuve casi convencido de que era el quien en esos momentos retiraba las amarras del barco.
Ya a punto de partir, un nuevo acompañante hizo su aparición en la escena. Un gringo cuyo nombre no recuerdo, había perdido su barco, quizás por exceso de fiesta la noche anterior y tras las breves presentaciones, la “Keen M” navegaba ya rumbo a nuestro destino.
- We are going to give him a ride, dijo Anthony.
En ese momento me quedé con la duda si había entendido mal o que era lo que haríamos con el nuevo visitante. Mas tarde comprobaría que los pescadores somos capaces de cualquier cosa por salir a pescar.
Una vez que llegamos a la punta de la isla, empezaría a darme cuenta que mis ilusiones de tener buen clima estaban a punto de perderse. Olas grandes y un mar bastante furioso nos esperaba pocos metros adelante.
- Las cosas no van a estar fáciles, pensé.
Mientras tanto Nassim empezaba a sacar las cañas y entre los dos comenzamos a preparar el equipo. Una caña Cam Sigler del numero 14 y otra SAGE del número 13 armadas con sendos carretes TIBOR especiales para pesca en agua azul y cargados con cientos de metros de backing, serían las armas que utilizaríamos para intentar vencer a los peces vela.
Las condiciones del clima no permitirían seguir el plan inicial que era correr hasta estar casi de frente a la Isla de Holbox, donde pocos días antes Nassim y Anthony habían estado pescando y habían visto mucho vela.
Finalmente solo nos alejamos a unas 8 o 10 millas de distancia y mas adelante, lo más lejos que llegaríamos era al sur de la Isla de Contoy. En la zona se podían ver al menos otras 20 embarcaciones pero todos pescarían con equipo tradicional.
Nassim le preguntaba a “gallo” y su respuesta no hizo mas que emocionarme mas de lo que ya estaba;
- Hace 3 días salimos y sacamos 15 velas, todos con troleados y pescados con equipo tradicional.
Mis oídos no podían escuchar algo mejor y seguramente en esos momentos mi sonrisa debió parecerse a la imagen que vemos en las bolsas de papas de una conocida marca de botanas. Sin duda eran buenas noticias.
Nassim sacó de su maleta cerca de 20 moscas, algunas tipo flashy profile y otras tipo popper, perfectamente atadas y unidas a sus líderes, todos tipo IGFA y con un máximo de 22 libras de resistencia en el class tippet.
Acomodamos el equipo y nos recostamos un poco a esperar la llegada al lugar indicado.
Mientras me encontraba recostado podía ver a lo lejos una hermosa vista del arcoiris, mismo que me hacía recordar que en esos momentos se llevaba acabo un encuentro con otro gran grupo de amigos y en el cual estarían pescando peces con una adjetivo similar.
- Estarán bien, pensé.
Me hubiera gustado estar con ellos pero el mar es mi pasión. Es difícil vivir lejos de el y en ese momento lo disfrutaba grandemente.
Minutos mas tarde, la “Keen M” detenía su paso e hizo que me levantara rápidamente. No sabia si ya habíamos llegado pero al ver cruzar a “gallo” con un salvavidas en la mano, entendía que sería lo que pasaría con el extraño visitante que había abordado el barco en el ultimo momento.
El gringo se lanzaría al mar para alcanzar nadando al “Frequent” al cual Anthony había dado alcance en poco tiempo gracias al poder de los 580 caballos que otorgaba el motor QSM 11 de la “Keen M” y que tenías a solo unos metros de distancia.El gringo se lanzaría al mar para alcanzar nadando al “Frequent” al cual Anthony había dado alcance en poco tiempo gracias al poder de los 580 caballos que otorgaba el motor QSM 11 de la “Keen M” y que tenías a solo unos metros de distancia.QSM 11 de la “Keen M” y que tenías a solo unos metros de distancia.
¡Esto es peligrosísimo! murmuraba “gallo” como si en el fondo no quisiera que se le escuchara.
Un clavado digno de Fernando Platas ponía en el mar a nuestro amigo visitante, quien una vez que hizo contacto con el agua, inició su nado que con gran dificultad y debido a lo fuerte de las olas, no le permitía llegar a la popa del barco que teníamos enfrente.
Una cuerda atada a otro salvavidas le lanzaron y en poco tiempo era subido por la puerta que comúnmente se utiliza para subir a las capturas.
- ¡Esto si son ganas de pescar! dijo Nassim,
Fue un arriesgado movimiento pero pronto lo dejaríamos atrás y haría que mi mente se concentrara nuevamente en lo que debía hacer si de verdad quería lograr mi captura.
Avanzamos poco mas y nuevamente el barco se detuvo. Esta vez, era para que “gallo” sacara los teasers y pusiera en al agua las carnadas sin anzuelo necesarias para lograr acercar a los velas.
No paso mucho tiempo cuando los gritos de Anthony nos hicieron parar de un brinco.
- Sail!, Sail! , Get ready Nassim!
Nassim tomo su caña Cam sigler y se preparó para lanzar. Yo tomé la cámara de fotos y como pude me acerqué lo mas que pude al lugar de la acción. El mar estaba fuerte y casi no podíamos mantenernos en pié pero yo lo tomaba como práctica ya que pronto estaría en el lugar de Nassim.ón. El mar estaba fuerte y casi no podíamos mantenernos en pié pero yo lo tomaba como práctica ya que pronto estaría en el lugar de Nassim.
- Cast Nassim, Cast!
“Gallo” había acercado al primer pez vela y este estaba como loco pues había probado la carnada y venia como loco buscando su comida. Nassim lanzó perfectamente y tras un leve movimiento de la mosca el pez vela se tiraba con fuerza contra ella.
- He ate it¡, He ate it¡, gritaba Anthony.
Nassim me había dicho de lo intenso con lo que Anthony vive este tipo de pesa, pero sus gritos e instrucciones no me dejaban duda de lo que estaba punto de vivir.
Nassim clavó perfectamente la mosca en la boca del pez vela y pronto este volaba por los aires dejando ver lo hermoso de su forma. El carrete chillaba como loco y a la distancia podía ver la velocidad con que salía el backing de la bobina.
Nassim ejercía presión sobre el pez vela y minutos después este era acercado a la borda del barco. “Gallo” lo tomó del pico y de un solo jalón lo ponía frente a nuestros ojos. Un hermoso ejemplar de pez vela de aproximadamente 50 libras con la mosca bien clavada en la comisura de la boca.
Sin duda había sido un perfecto enganche y una pelea digna de un experto pescador de caña larga. Anthony bajó rápidamente de la torre de mando para ayudar a “gallo” a retirar la mosca y enseguida entre ambos lo cargaban para que yo pudiera tomar la foto del recuerdo.
“Gallo” de un solo movimiento ponía al pez vela en el agua, al cual vimos lentamente alejarse del barco nadando en perfectas condiciones.
Todos felicitamos a Nassim y nuevamente pusimos carnadas sin anzuelo y teasers en el agua. Mi turno estaba por llegar.
No paso ni media hora cuando nuevamente otro pez vela surgió tras los llamadores.
- Get ready Carlos ¡, me gritó desde arriba Anthony.
Tomé la caña y me acerque ala borda de la lancha, “gallo” empezaba a acercar al vela el cual venia como loco tras el balihoo que pendía de la línea.
Nuevamente la historia se repetía;
- Cast Carlos, Cast!
Lancé y di un pequeño jalón, el vela no reaccionó y en ese momento sentía que podía perder mi oportunidad. Empezaban a pasar mil cosas por mi mente cuando de pronto surgió la figura del pez vela que sacaba casi medio cuerpo por fuera del agua al momento de atacar la mosca.
- He ate it¡, he ate it¡,
Al sentir la tensión en la línea, clave con fuerza tal cual lo había hecho siempre con los sábalos durante mucho tiempo. Ahora pienso que la experiencia de decenas de sábalos grandes que había pescado, me habían ayudado.
El vela saltó y dio una gran carrera. No se de cuantos metros pero la fuerza con que corría me hacían pensar en poco mas de 100 metros que habían salido del carrete.
Yo trataba de concentrarme en la pelea cuando un nuevo grito de Anthony hizo que Nassim tomara rápidamente la otra caña pues junto al vela que había enganchado hizo su aparición otro grupo a solo unos metros de la lancha.
Nassim lanzó rápidamente y casi de forma instantánea logró un ataque a su mosca. Sin embargo, este no fue franco y no pudo ser clavado. El vela que atacó la mosca de Nassim, dio la vuelta y desapareció tan rápido como había aparecido.
Toda esta escena la observaba tratando de no desconcentrarme en el pez que tenía prendido a mi caña. Lo pelee sin dejar de ejercer presión. Pasaron unos minutos y de pronto sucedió lo que no quería, dejé de sentir presión y pensé que lo había perdido. Mis piernas temblaron solo de pensar que podía haber perdido esa oportunidad.
Nassim se mantenía cerca de la acción y no se que cara debo haber tenido en ese momento ya que solo me gritó;
- ¡Aún lo traes!, ¡recoge rápido!, solo se vino sobre la lancha.
Seguí las instrucciones de Anthony y Nassim, y poco tiempo después lograba acercarlo a la borda. El vela dio algunos saltos mas y pronto “gallo” lo había tomado del pico. Me distraje un momento tratando de liberar la línea del carrete para que lo pudiera subir de forma que cuando subí la vista, el pez vela ya estaba arriba de la lancha. Un bonito vela de similar tamaño al de Nassim estaba por fin fuera del agua.
Anthony bajó nuevamente de la torre de mando y entre el y “gallo” sostuvieron al pez vela para poder tomar las fotos. Poco después, este era liberado.
- ¡Felicidades! Me dijeron Anthony y Nassim. Un fuerte abrazo con ambos, además de un fuerte apretón de manos con “gallo”fueron el final de la escena.
¡Estaba Feliz! Lo había logrado, había pescado mi anhelado pez vela con mosca.
- ¡Gracias! Muchas gracias, fue lo único que pude decir.
Me sentía afortunado pues prácticamente lo había logrado en el primer pez vela que me había salido, en mi primera oportunidad y en el primer enganche. El día estaba hecho para mi y todo lo que ocurriera después, ya sería ganancia.
Seguimos troleando llamadores con la esperanza de obtener mas capturas pero las condiciones no eran fáciles. Pasó largo tiempo antes de que Nassim tuviera una nueva oportunidad. Esta se fue tan rápido como se presentó y aunque Nassim logró lanzar, no pudo engancharlo correctamente y el vela se perdió en la primera corrida.
La suerte estaba echada y no hubo mas. En mi ultima oportunidad salió un nuevo pez vela el cual venia decidido sobre la carnada pero justo antes de que lanzar, este se perdió en lo obscuro del azul marino.
En esos momentos me sentía satisfecho, pues había tenido una sola oportunidad y había sabido aprovecharla. A mi mente vino una frase que siempre he aplicado en la vida profesional y que ahora nuevamente comprobaba que era cierta. “la suerte no existe, esta es solo la intersección del camino de la preparación con el camino de las oportunidades”
Yo había tenido la mía y estuve preparado para aprovecharla.
Después de un largo regreso, estábamos de nuevo en el muelle de partida. Anthony bajó y fue directamente a felicitarme. Me sentía feliz y realizado.
Un marinero se acercó a la “Keen M” para entregarnos el salvavidas de nuestro acompañante de la mañana. Ya casi ni recordaba aquel divertido incidente.
Nos despedimos y pronto estábamos tomando el barco de regreso a Cancún donde un animado grupo de jovencitas cantaba y celebraba cada movimiento del barco al ritmo de las olas, mientras el capitán del barco bailaba con la música que amenizaba el momento.
Llegamos al muelle y caminamos mientras comentábamos el día. Sin duda había sido un día extraordinario y que recordaré para toda mi vida.
No me despedí de Nassim sin antes agradecer el haber compartido ese día y el que me haya ayudado a lograr mi objetivo.
Ahora solo sueño con el día que pueda volver a realizarlo
Carlos Godoy
