Me gusta la pesca
Me gusta amanecer en el campo junto a un lago, me deleito con esa tempranera taza de café, que es la mejor de todo el día.
Me embriaga el aroma del campo después de una noche fría, clara y callada que deja las plantas cargadas de rocío, lo único que me acompaña es el deleite de la paz y la quietud interrumpida por el breve cántico de un coyote muy entrada la noche, así mismo como el pensar que estoy vivo, ahí mismo....
Me emocionan los primeros rayos del sol en los altos picos de la sierra frente a mi lago favorito-
Gozo viendo las ranas saltar como flechas, y las mojarras alejarse cuando sienten mi presencia.
Me agrada oír el eco de las guajolotes ocultos en el espeso monte, que evoca nítidos sentimientos de mi espíritu cazador.
Me divierto buscando en mi caja de pesca tratando de encontrar ese infalible señuelo que no existe, o ese señuelo que en situaciones similares me ha dado grandes trofeos.
Me emocionan esos primeros lances con señuelos de superficie en aguas quietas junto a aquel tronco o hierba que sobresale del agua, esperando con ansia infinita los agresivos ataques que provocan las lobinas; si, esos bellos peces que atacan con fiereza.
Disfruto de la quietud y el silencio, que solo en esos lugares se encuentra y que da la oportunidad de pensar, planear y soñar.
Me embeleso con el correr del agua cristalina en aquellos riachuelos escondidos entre legendarios y enormes ahuehuetes que esconden entre sus raíces a aquella tímida lobina en espera a una presa para disfrutar de la naturaleza.
Me conforta el sentir al final de todo el poder de esos forzudos pero hermosos habitantes de las aguas que tanto satisface al que los vence y los deja en libertad nuevamente, dándoles la oportunidad de ser mas cautelosos la próxima vez.
A mis hijos y esposa les dedico este mensaje, ya que sin ellos mis fuerzas de vivir, trabajar, luchar y disfrutar de esta vida no sería igual
Los Quiero,
Luis Eduardo.