La pesca a ras de agua
Por Alejandro Pérez Arteaga
La pesca es una de las actividades más antiguasdel hombre como especie social. Es más, fue un factor importante que definió el desarrollo de las habilidades que ayudaron a sentar las bases para el surgimiento de las civilizaciones. La proteínay ácidos grasos provenientes del pescado jugaron un papel trascendental en el aumento de las capacidades cerebrales y por ende sociales e intelectuales del hombre. La pesca se ha enfocado desde el comienzo de los tiempos en la obtención de proteína para el sustento familiar. Las pesquerías han sido tan nobles que, durante largo tiempo, han permitido al hombre cosechar sin regresar nada a cambio.
Afortunadamente,este aspecto está cambiando y cada vez se ve mayor interés y preocupación por manejar adecuadamente las poblaciones de peces; sin embargo, aún es insuficiente el conocimiento que tenemos acerca de éstas, y es necesario generar mucha mayor información que pueda sustentar los esfuerzos de conservación y manejo sustentable de las especies.
La pesca deportiva surge hace poco como una actividad lúdica y de esparcimiento, que ofrece un contacto –perdido como producto de la industrialización de las sociedades y la migración hacia centros urbanos grandes– con el medio natural y una apreciación de primera mano de la importancia y relevancia de la naturaleza para nuestro bienestar. La pesca deportiva constituye, como tal, una actividad que nos remonta a nuestros orígenes como especie y se ha convertido en una manera de retomar las actividades meramente humanas, ahora desde un punto de vista consciente del ambiente natural y nuestra posición como especie dominante en el planeta. Es la pesca deportiva, a mi parecer, un indicador de las sociedades avanzadas, de la misma manera como lo es el respeto a los derechos animales y la igualdad y tolerancia a la diversidad humana.
Una sociedad avanzada que reconoce los derechos y libertades de todos y cada uno de sus miembros por igual,
es también consciente de la importancia de practicar actividades de bajo impacto que dejen una menor “huella” en el medio silvestre. Es por esta razón que la pesca deportiva, al ser producto del progreso de las sociedades, se constituye también como un derecho inalienable al disfrute –responsable– de los recursos naturales. Y es precisamente bajo este enfoque de pesca responsable, sustentable y sostenible, que surgen o resurgen nuevas modalidades que no habían sido practicadas sino a escala menor en el pasado. Una de estas modalidades es precisamente la pesca en kayak, la cual es una de las más antiguas formas de pesca que existen. Desde los principios de la navegación se reconoció a los botes pequeños como el medio ideal para lograr capturas en lugares poco aptos para embarcaciones mayores, o donde la finalidad no era obtener grandes volúmenes de captura. Los kayaks de marco de madera recubiertos de piel de foca, inventados por las tribus Inuit, son familiares para muchos e icónicos para dichos pueblos como aportación a la cultura universal. Estas naves fueron diseñadas para el transporte rápido, la caza y la pesca durante el verano en el Círculo Ártico. Eran naves ágiles, maniobrables y ligeras para ser cargadas fácilmente de un lugar a otro. En tiempos recientes, dichas embarcaciones han sido mejoradas para la navegación recreativa y, posteriormente, adaptadas para la pesca deportiva. Y es precisamente esta una de las modalidades que ofrece un mayor disfrute de la pesca deportiva y un mayor disfrute del tiempo de esparcimiento. Además de ofrecer un contacto mucho más cercano con el agua, lo cual nos da un acercamiento más íntimo con la naturaleza, la pesca en kayak nos permite activarnos físicamente, con el beneficio adicional de no emitir contaminante alguno. No requiere prácticamente de mantenimiento, son económicos, pueden almacenarse fácilmente, no necesitan de un remolque para moverse, y aunado a esto permiten acceder a lugares que no pueden alcanzarse por lancha o tierra (zonas cubiertas de vegetación sumergida, o sinuosos canales en vegetación cerrada como tulares o manglares, por ejemplo). El sigilo propio de estas embarcaciones las hace aptas para capturas a muy corta distancia. Por ésto, la pesca en kayak constituye un medio para alcanzar peces en sitios que no han sido pescados previamente, y esto significa una ventaja particularmente cuando se buscan especies sensibles a la presión de pesca. Además, de manera creciente, en los humedales naturales (lagos y ríos) se está prohibiendo el uso de embarcaciones a motor, como un modo de protección a estos ambientes, por lo que el uso de kayaks permite practicar la pesca en estos lugares, que de otra manera sería imposible. Es común la idea de que los kayaks son embarcaciones simples, utilizadas al no poder acceder a una embarcación motorizada. Sin embargo, esto está muy alejado de la realidad. Los kayaks modernos cuentan con tecnología avanzada en el diseño de sus formas, espacios y materiales para ofrecer el mejor desempeño. Existen kayaks especializados para brindar
una mayor maniobrabilidad, mientras que otros lo son para una mayor velocidad, y algunos otros para proporcionar la mayor estabilidad para pescar de pie, o para tener una gran capacidad de carga. Existen kayaks tanto abiertos como cerrados, sencillos como dobles que ofrecen múltiples posibilidades para los diferentes tipos de pesca deportiva. Charcas, pantanos, ríos, lagos, presas, lagunas costeras, playas o mar abierto, no hay agua alguna que no pueda ser pescada desde un kayak. Desde especies pequeñas hasta especies pelágicas son el objeto de la pesca deportiva en kayak, y cada vez más especies que previamente no se pensó posible capturar
desde kayak, están siendo buscadas y logradas alrededor del mundo. Y precisamente estos temas, equipamiento y técnicas, iremos explorando en futuros artículos en esta revista. Inicié desde muy temprana edad la pesca como lo hacemos muchos de nosotros, en salidas familiares y de amigos, pescando a la buena de Dios, o como dice mi esposa, con mi lógica ranchera, como Dios me daba a entender y con lo poco que podíamos conseguir en las tiendas de pesca de aquél entonces.
Básicamente lanzábamos los curricanes a donde fuera o troleábamos y esperábamos atrapar algo. Y lo hacíamos, eran tan buenas las poblaciones de peces que casi siempre teníamos mucho éxito. Al pasar el tiempo, fue aumentando un poco la pericia. Y digo un poco porque, siendo honestos, siempre pescábamos de la misma manera y no teníamos manera de documentarnos para aprender más. Afortunadamente, ya con el acceso a la información por internet, pude documentarme un poco más y conocer nuevas técnicas. Y así seguí pescando. Fue sólo hace unos ocho años cuando comencé a usar los kayaks, para monitorear poblaciones de aves acuáticas, y
se despertó mi curiosidad por utilizarlos para la pesca.
La primera vez que decidí subir mi caña a un kayak, lo primero que me pregunté fue, ¿porqué no se me había ocurrido antes?, parecía tan lógico usar el kayak como herramienta de pesca. Había usado los kayaks para investigación durante un par de años pero nunca para practicar la pesca. Está de sobra decir que cuando capturé mi primera lobina desde un kayak quedé prendido y nunca he mirado atrás. Por supuesto, sigo practicando la pesca desde lancha, pero en mucho menor medida. Ahora pesco casi todo el tiempo desde kayak, y nunca he estado más contento. De mi círculo de amigos cercanos ya los convertí a todos en kayakeros, y he sido testigo de una explosión en el uso de kayak para la pesca deportiva, tanto en Estados Unidos como en nuestro país. El kayak me ha dado numerosas satisfacciones en la pesca, que es mi hobbie y mi vicio. Me siento más conectado con el ambiente en el que pesco, puedo observar de cerca la fauna silvestre, soy independiente para explorar los puntos que deseo, y me ha permitido romper varias veces mis récords personales. Mi especie de elección es la lobina. Y afortunadamente tengo cerca embalses y humedales naturales que me permiten practicar su pesca con cierta frecuencia. El kayak me ha brindado más confianza como pescador, ya que cada captura supone un mayor reto, cada pelea se pelea diferente, cada lanzamiento se hace diferente, cada remada en aguas picadas, cada lucha contra el viento y cada ola que entra al kayak, me recuerda dónde estoy y pone en alerta todos mis sentidos. La sensación de pescar a ras del agua es incomparable en realidad. De todo corazón, les deseo que en algún momento de su vida de pescadores tengan una captura desde kayak para que experimenten esa sensación que no podrán experimentar de ninguna otra manera. Vivirán una faceta completamente nueva de la pesca deportiva, que los conecta inmediatamente a los elementos naturales, el viento, el agua, la flora y la fauna, y al mismo tiempo estarán conscientes de su propia individualidad. Es, sin duda, un viaje en primera fila a nuestros orígenes humanos. Ojalá me acompañen en este viaje que emprenderemos desde el kayak, y que desde estas páginas puedan sentir un poco esa emoción que intentaré
transmitirles, para que dentro de poco, muy poco, nos encontremos en el agua.
¡Hasta pronto!
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