Pescando truchas arcoiris en río: PARTE 1
Por: Juan Antonio Pérez Figueroa
Staff DPMX
Después de algunos meses de no visitar un río para pescar truchas, mi gran amigo Paco Castillo del equipo de Donde Pescar nos extendió amablemente una invitación para ir a pescar a los ríos de Cahuacán, en el Estado de México, sinceramente ya extrañaba meterme al agua, caminar por horas, gozar de la tranquilidad del estar escuchando las cañadas, el agua corriendo y sobre todo tener contacto con las pequeñas pero preciosas truchas arcoiris de río.
Tristemente las truchas de río son acosadas en múltiples ocasiones por pseudos pescadores o gente local que mediante técnicas crueles de acorralamiento, introducir cal al agua, pedradas, rodearlas con costales, construir represas entre otras, pescan a las indefensas truchas y si a eso le sumamos los dizque pescadores deportivos que se llevan todas las capturas depredando el lugar pues esta peor!, en varias ocasiones he presenciado como gente local masacra cientos de truchas y por eso están nuestros ríos cada vez más escasos en población de trucha, desde ahora exhorto a que pongamos de nuestra parte para que, cuando vayamos a pescar a este tipo de lugares practiquemos el atrapar y soltar, los ejemplares que se pescan en estos lugares son ÚNICOS y verdaderamente hermosos, garanticemos su reproducción.
Pues es así que Paco Castillo y su esposa Ángeles de verdad excelentes amigos y excelentes pescadores, nos comentaron de su ida al río una semana antes, y que afortunadamente todavía podemos pescar truchas arcoiris salvajes en la región, estaban picando bien con moscas atadas en colores oscuros y con masa hecha con miga de pan, irremediablemente me remonte a mi niñez, el equipo telescópico que llevaba y el olor de la masa uff que tiempos aquellos en mis pininos en la pesca de río, aún mas entusiasmado organizamos todo para irnos el pasado 24 de junio de 2006, no nos importó que jugara la selección Mexicana en el mundial contra Argentina, al cabo ya estamos acostumbrados a jugar como nunca y perder como siempre y no pasar del cuarto partido, nosotros teníamos pendiente una cita con unas hermosas truchas.
Ángeles pescando en una poza y una cascada
Pescar en río es toda una aventura, vadear, caminar en serio y quizá a veces el riesgo de ser asaltado pero todo por la pesca de trucha vale la pena ir bien preparado con lo indispensable, nunca cargar de más, las largas caminadas de varios kilómetros son agitadoras, elegir los lugares de pesca leer el río se pone sumamente interesante y el resultado aún mejor.
Una bella trucha capturada por Paco
Una semana antes de nuestra visita al río la pesca estuvo buena nos comentaba Ángeles y Paco salieron varias truchas que les muestro en las siguientes fotos, destacando lo bien comidas que estaban y la belleza de sus colores y que fueron capturadas con mosca.
Pues bien, se presentó el día, eran las 5 de la mañana, la camioneta estaba cargada sólo restaba incorporarme vestirme e ir por mi gran amigo Carlos Martín del Campo para después pasar por Paco Castillo, llegando a una casa de la región donde nos cuidarían la camioneta, nos alistamos cargados con lo necesario me puse mis vadeadores y listo a empezar a caminar, el paisaje era precioso, en medio de un bosque húmedo por la lluvia del día anterior, el camino lleno de hojarasca, y las ganas de traer el primer ejemplar prendido en la línea.
Carlos Martín del Campo y Paco Castillo
La caminata de más de 45 minutos cerca de 3 km, hacia la cañada del río, que realmente ni se sintió, con el escenario que teníamos, armados con una caña de mosca y una spinning, en lo personal llevaba una caña de mosca número 4, de 66 pies, y una caña UL de 5 pies telescópica con un carrete Quantum Response con línea de flurocarbono de 4 Lbs, moscas secas, ninfas, anzuelos desbarbados del número 10 y 12, para la pesca con lombriz y masa hecha con miga de pan.
Por fin llegamos al río Paco se paró en una piedra, yo estaba de frente a él y salió la primera trucha pequeña pero hermosa, inmediatamente después comencé a percibir como mi primera captura se dejaba sentir en la caña, misma que finalmente pude sacar, de la poza donde Paco y yo nos encontrábamos donde salieron varias debajo de una gran roca.
Mi primera captura del día un hermoso ejemplar.