PESCANDO TRUCHAS ARCOIRIS EN RIO: PARTE 2
Por: Juan Antonio Pérez Figueroa
Staff DPMX
Llegamos a la primer poza era profunda y de una dimensión de unos 5 metros por 3 de ancho, con el agua totalmente cristalina, comenzó la fiesta ya que en ese punto logramos pescar varias truchas cerca de 7, todas chicas pero muy hermosas, utilizando ninfas en anzuelo del número 10 de color negro y carnada hecha a base de colchones bimbo (sonó como comercial) pero amasados con agua, siempre han sido una buena carnada, el hecho está en que la pesca de río no sólo le compete a los mosqueros, se pueden lograr varias capturas con la miga de pan antes aludida, obviamente desbarbamos los anzuelos que utilizamos en tamaños 8 y 10 de paleta.
Sin caer en exageraciones innecesarias mi carrete estaba cargado con línea de flurocarbono de 4 Lbs, muchos pescadores pescan con 2 libras, lo cual se me hace poco tomando en consideración que muchas veces el roce de la línea con las rocas y los troncos se desgasta y es muy fácil que se reviente, y líneas más gruesas no permiten un trabajo adecuado de la carnada en el agua al no caer y trabajar naturalmente a la caída y al momento que trabajamos en corrientes, remansos y cascadas, el flurocarbono permite que seamos imperceptibles a las truchas y sobre todo en aguas tan claras.
La belleza de estos ejemplares es increíble
Trucha arcoiris de aproximadamente 200 gramos
Decidimos seguir caminando, obviamente el cansancio no se siente cuando se inicia la jornada en el río, pero el regreso es otra cosa y más para mi que tengo pie plano, pasando por varias posas y corrientes lanzábamos la carnada y las moscas en busca de más truchas, Paco se estacionaba en una posa, mientras Carlos y yo probábamos suerte en otros puntos interesantes, la ventaja de traer vadeadores o waders, es que no tenemos que salirnos tantas veces del curso del río, podemos caminar con cuidado sobre las piedras resbalosas siendo sumamente entretenido, inclusive hay zonas donde sólo se puede acceder yéndose por el río.
Carlos Martín del Campo probando suerte en una poza
Nos paramos a comer algo frente de una poza, mientras lanzábamos nuestros aparejos y de repente sentí como se estiró mi línea, como pasa muchas veces la mejor trucha de la jornada peleó por unos instantes y logró safarse, medía como 30 cm, y me agarró con el sándwich en la mano, ni modo a seguir caminando después del lunch a buscar más truchas.
Llegamos a una parte del río con corrientes, las truchas generalmente las encontraremos en los remansos, cerca de los manantiales , detrás de rocas que las protejan de la corriente donde consigan fácil su alimento, debajo de las cascadas, troncos sumergidos que le den protección contra la corriente, a un lado de remolinos, pegadas a paredes con arbusto y hierba, en esta zona logramos ver algunas truchas, Paco, Carlos y yo les estuvimos tirando y mordían muy tímidamente la mosca logrando sólo algunas.
Paco tirando en la corriente ligera siguiendo la línea
La captura más insólita estaba por venir al estar pescando con mosca vimos una libélula que seguía la wolly bugger que surcaba por el aire al momento de los lanzamientos, parece que se quería aparear con la mosca!!!, finalmente la libélula trato de tener contacto con la mosca y se enredo en la línea que empezó a elevarse, prácticamente era un papalote natural tratando de desenredarse, fue una escena cómica y estábamos riéndonos bastante ante tal nueva modalidad de pescar insectos con insectos artificiales, finalmente desenredamos la libélula que posaba para la foto en el brazo de Paco con unos colores verdes, café y azul muy llamativos para practicar el Catch & Release y dejarla volar nuevamente, las cosas que pasan.
La libélula fue liberada con éxito
Carlos pescando en una chorrerita en busca de truchas
Continuamos nuestra caminata encontrando posas muy buenas en cuanto a profundidad, visibilidad y con aguas muy lentas donde podíamos trabajar bien la carnada y las moscas, inclusive posas donde pudimos pescar los tres juntos logrando varias capturas.
Paco y Carlos en acción
Algunas capturas pescadas en las posas del río
Finalmente en una de las últimas posas estuvimos terqueándoles un poco, ya que la lluvia comenzaba soltarse un poco logrando otras capturas y en la cual vimos una trucha de buen tamaño que finalmente se escondió, otra trucha que no se prendió bien en la mosca, compartiendo este día de pesca con dos buenos amigos.
Hermosos ejemplares de trucha arcoiris
Al final de la jornada obtuvimos 23 capturas que fueron regresadas a su hábitat, exhortando a todos los pescadores que responsablemente lo hagan de la misma manera, con el fin de preservar estos lugares a los cuales todavía podemos acudir a divertirnos, gozar de un buen día de pesca
La caminata de regreso
Recuerda que el futuro de la pesca es atrapando y soltando, COLABORA